El sonido del tranvía aproximándose a la estación del ferrocarril se combinaba con el sonido de las palmeras, este gran paseo era una sinfonía cultural, los teatros, los hoteles, lo establecimientos comerciales y otros sitios de diversión eran la apertura al centro de la ciudad.
Un sonido que aturdió a toda la ciudad transformo este lugar, ahora el sonido de las palmeras, se combina con los abrumadoras bocinas de los automóviles, y su sinfonía ahora es industrial.